La lectura corporal o cómo Pierre nos guía hacia la expresión.

(escrito por una alumna Oct 2006)

Digamos que la lectura corporal es un principio fundamental en el trabajo de Pierre. La lectura corporal es constatar las actitudes obvias que todos reconocemos intuitivamente. Se trata de mirar al otro (y de mirarse a uno mismo) y simplemente leer lo que dice su cuerpo. Lejos de una interpretación psicológica (si bien tiene consecuencias psicológicas), es simplemente la observación de lo que está frente a nuestros ojos: labios apretados, garganta cerrada, espalda encorvada… Todos estos signos son obvios para quién tenga la franqueza de admitirlo. Esta lectura, Pierre la hace directamente, te dice que tus labios están cerrados, que tus piernas no te sostienen, que realmente tu cuerpo se niega a abrirse… con convicción y humor ya que ahí no se trata de hacer las cosas bien! Al contrario, cada uno busca con sinceridad y evoluciona a su ritmo. Cualquier cambio es válido, cualquier movimiento auténtico es oro en polvo y Pierre te lo muestra con entusiasmo. Nuestro narcisismo vacila, ya que lo que nos parecía bien, bien cantado, bien actuado, se derrumbe! Un sonido sincero, una mueca justa vale más que una canción bien ejecutada.

A partir de este decir verdadero, cada uno puede entonces reconocer en si mismo sus propias tendencias corporales y corregirlas, con tiempo, por la respiración y conceptos posturales sencillos. En seguida aparece la resistencia, este mal-estar corporal o interno, algo que no nos pertenece y nos preocupa, agita, tensiona, los reflejos corporales, los mensajes mandados por el entorno e interpretados corporalmente. ¿Cómo empezar a ocuparse e todo esto? Ser uno mismo en la expresión artística, tanto como en la vida cotidiana, significa dejar atrás los viejos mecanismos obsoletos gracias a la supervisión de Pierre, su aliento y la falta de respecto característica que demuestra para con nuestras queridas costumbres.

Finalmente, hay que enfrentarse con su propio ser. A veces duele, porque uno no se da cuenta de que todo el mundo lo está viendo tal como es! Uno se imaginaba que nadie había notado su miedo, su tic, el tremolo en la voz, un sonido que no sale… porque poca gente nos dice la realidad de nuestro comportamiento! Todo el mundo interpreta y habla desde su propio discurso interno. Mirar al otro tal como es, es un verdadero desafío.

Entonces al principio, uno se ve torpe frente a los otros, se juzga, se critica, se preocupa pero finalmente, poco a poco, encuentra los apoyos necesarios para ocuparse, simplemente sincerrar-se, se revela un ser nuevo, inesperado, se empieza a disfrutar, jugar, soñar… se abre un espacio real.

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